Para todos es una preocupación constante que la educación en el Perú esté de mal en peor.  En este drama, la pobre calidad de las universidades pasa piola, porque hay otros temas en los que estamos aún peor.  Pero es un asunto por el que debemos preocuparnos seriamente, porque la actual situación es -como lo define este comentario del IPE acerca de la iniciativa de la prohibición de la creación de nuevas universidades- una estafa hecha y derecha.  Las familias buscan pagar una educación superior de calidad para crearle a su nueva generación mejores oportunidades de desarrollo.  Pero no reciben eso, porque ninguna empresa seria en su sano juicio va a contrar profesionales de tal o cual universidad.  Así que los chicos terminan ejerciendo otra ocupación o dejando la carrera en el camino. En ambos casos, lo que le pagó esa familia a la universidad en cuestión fueron perlas arrojadas a los chanchos. (Chanchos que vuelan, aparentemente).

Desde el punto de vista estrictamente económico, la iniciativa del Ejecutivo de suspender el otorgamiento de nuevas licencias a universidades es una patada al bienestar social.  Esa propuesta se sostiene sobre el supuesto de que las universidades que ya tenemos son lo mejor que podemos tener y que hay que trabajar con ellas para incrementar la calidad.  Y claro, que las que vienen son peores aún.  Primero, no sabemos que las que vienen son peores. Y segundo, no sé ustedes, pero yo no he visto a ninguna universidad peruana actual en ningún ranking mundial de universidades.  Aquí les linkeo uno de los muchos que existen.  Aunque hay que reconocer que hay unas cuantas que sobresalen en su campo y hasta se dan el lujo de hacer investigación de punta, como la Cayetano o la Agraria.

Lo que está haciendo el señor Ejecutivo es crear una barrera a la entrada que lejos de poner en línea a las universidades que actualmente están estafando a sus alumnos, las pone en una posición de poder altamente oportunista.  Están eliminando la opción de mayor competencia.  Porque piensen en esto.  La única manera de que esta propuesta tenga sentido es si viene acompañada de una agresiva iniciativa de implementar un sistema de certificación más estricto de las universidades que las obligue a tener mejores instalaciones, bibliotecas de verdad, docentes de calidad, investigar los temas que enseñan, publicar al respecto, etc.

Pero si se va a hacer eso... ¿para qué prohibir la entrada de nuevas universidades? ¿Se dan cuenta que no tiene sentido? Que se aplique ese filtro a todas.

Lo que se tiene que hacer es bajarse el sistema actual.  Después de todo, ha quedado tétricamente comprobado que no funciona.  Mi post anterior sobre el tema lo comentaba.

Esto implica una reforma amplia y complicada que se tiene que hacer cuanto antes, para evitar que sigan saliendo peruanos mal preparados de las universidades.  De entre todos los puntos que se deben abordar, aquí les menciono uno que me parece crucial y que es terriblemente obvio.  La entidad que regula a las universidades debe ser independiente y libre de los intereses de la inmensa cantidad de dinero que se están metiendo al bolsillo algunos irresponsables, que no hace falta mencionarlos porque todos sabemos quiénes son.  Y no algo como la Asamblea Nacional de Rectores, entidad que actuamente se dedica a eso, cuyas máximas autoridades son estos señores... Y ok, no tengo nada en contra de específicamente las universidades de las cuales son rectores estos tres individuos.  Pero esta estructura genera el oportunismo de que algún día a ese cargo de una universidad pichiruchi.  Y ahí las cosas se vayan realmente al cuerno.  Aún peor.

Así que esto de la suspensión de otorgamiento de licencias me parece una payasada.  Genera barreras a la entrada a un mercado que ellos mismos han definido como competitivo (de hecho, ésa es la madre del cordero).  Pero ahora no será competitivo.