Acerca de la promoción del cine (2)
Hace un tiempo publiqué un artículo acerca de lo que hacía falta hacer en el Perú para poder promover la instalación de una verdadera industria del cine en el país. Parte del material del artículo lo plasmé en un post que escribí hace como dos semanas, el cual recibió comentarios bastante interesantes y twitts bastante útiles, ni qué decir de mails con puntos de vista que me dejaron descomputado.
Como bien comentan algunos de los que leyeron el post, hay un problema con la demanda. Pero no como lo plantean. Aunque no lo quieran aceptar algunos, en el Perú hay una demanda por cine creciente y bastante saludable. Ok, después veamos por qué eso es un problema o una oportunidad. Pero primero pongámonos en contexto.
Una queja que siempre se hace es que hacer cine en el Perú no es negocio porque no hay mercado interno. Eso es falso. Consideren esto. Si no hubiese mercado interno para el cine en el Perú, no estarían creciendo el número de salas de proyección y no se estaría invirtiendo en mayor capacidad de proyección (se está instalando salas con mejores sistemas).
Aquí algunas cifras. Durante el año pasado la asistencia a los cines subió en 17% (en pleno año de crisis, por si ya lo olvidaron). Solamente por las entradas se recaudó US$64.5 millones a lo largo del año. Con piratería y todo. De hecho, ¿qué uno de los rollos de la defensa de la piratería de película no era que no quedaba otra opción que conseguir las películas en versión pirata, porque no había forma de ir al cine carísimo y burgués? En fin.
En el 2009 fueron al cine 21.8 millones de personas en el Perú, que puede parecer un número más. Pero tomen en cuenta que en el 2008 fueron 18.5 millones. Ahora, nadie discute que esta gente va al cine a ver mayormente películas extranjeras. De hecho, las dos películas más vistas del 2009 fueron Ice Age 3 y 2012.
Ah, sí, ya sé. Lo que se proyecto en estas salas son películas provenientes de la demoniaca Hollywood. Que eso es solamente lo que se proyecta y que esto no quiere decir que haya mercado interno para el cine nacional. Pues, dos objeciones a ese argumento.
Primero, hay países que han logrado partir de una situación similar para volcarlo en un proyecto de largo plazo de promoción de su cine nacional. El que me parece más emblemático es el británico, descrito en este documento del British Film Institute. En un momento ellos tuvieron un problema parecido al peruano: Las películas que se hacían se realizaban con capitales que venían de afuera y las pocas ganancias que se hacían se regresaban a sus orígenes en el extranjero. Se planteó partir de lo que se tenían: Un mercado interno grande que consumía cine un montón... pero de origen foráneo.
Entendieron que el floro de "los malvados de Hollywood" perpetuaba la crisis de su industria de cine y optaron por voltear la torta: Ver el sistema de Hollywood como un aliado. Aquí bien podemos hacer eso también. No digo que se dejen de hacer películas típicas peruanas y peruanistas, sino que se trate de explotar los estándares y los clichés hollywoodenses para entrar de a pocos a ese mercado que está acostumbrado a un producto con características definidas.
Segundo, en ese sentido, es retrógrada seguir quejándose de que todo está perdido porque el mercado está tomado por Hollywood y que la demanda está dominada, cerrándose en hacer películas que son entendidas y comprendidas apenas por unos cuantos para luego quejarse de que nadie fue a ver su película. Señores, estamos en el siglo XXI, la era de la información, el mundo de las redes sociales. Hace rato que quedó definido que uno tiene que adaptar su mensaje para que éste esté más cerca del público. Uno tiene que facilitarle el proceso al expectador de entender la película. No hacer ese esfuerzo es decisión del realizador. Y si no lo haces, después no te quejes de que nadie se sintió interesado por ir a ver tu producto.
En ese sentido, por ejemplo, el cine de terror que se comenzó a hacer en Ayacucho me parece un esfuerzo heróico. Ok, técnicamente no es lo máximo, las historias no son impresionantemente originales... Pero hay un rollo detrás. Esta clase de iniciativas son las que van a salvar al cine peruano en el siglo XXI. Cómo, lo trataré en otro post.