#ElPerúQueQueremos

Acerca de la promoción del cine (4)

Publicado: 2010-05-25

Si hay demanda por películas en general en el Perú, ¿por qué es que el cine peruano no despega? Porque, por el contrario, las películas peruanas jalan cada vez menos espectadores.  Mejor evidencia de que Conacine no funciona no hace falta.  Hay algo que está fallando y mejor cambiarlo ahora, antes de que se nos termine de ir el tren.

Pero antes de entrar en pleno a ese tema, dejemos en claro por qué el Estado debería intervenir en este mercado.  Se supone que en una economía de libre mercado, como la que se supone que se planea desarrollar en el Perú, el Estado solamente interviene en un mercado en ciertas circunstancias.  De lo contrario se generan las condiciones para un uso politiquero de los recursos del Estado -que son de todos los peruanos.  Por ejemplo, cuando se dijo que se tenía que intervenir en el mercado de azúcar, porque es un sector que preocupa al gobierno, dado que da trabajo y que aporta a la alimentación de los peruanos... es un cuentazo.  Esa misma justificación se puede usar para intervenir en muchos otros mercados.  La verdad es que tinen el interés de meterse por razones políticas, no económicas.

En todo caso, ¿por qué el Estado debería entrar al mercado de la producción de cine? Hay varias razones, en realidad.  Primero, es cultura y el Estado tiene una obligación por promoverla.  Ok, ésta no es una razón muy económica que digamos tampoco.  Pero eso no es todo.

Segundo, en economía hay un asunto llamado "efecto túnel".  Que ok, se refiere a otra cosa, pero apliquémoslo aquí.  Se refiere a cuando uno está atracado en un túnel en su carro y el carril del costado comienza a avanzar.  Eso genera en uno, que sigue igual de atracado que antes, un sentimiento de que ya ahoritita avanzo yo también.  Cuando uno ve a una peruana en la ceremonia de la entrega de los óscares se genera algo similar.  Claro, a los que no les conviene que el Perú se desarrolle eso les importa un rábano.  Pero no me digan que no notaron un efecto de este tipo en la prensa en los días alrededor de la noche de la premiación.  Algo similar sucede con la peruana que casi gana en American Idol, con Sofi que sí campeona, etc, etc.

Eso por sí solo no es la gran cosa.  Pero resulta que a través del cine -y con mayor relevancia en el cine peruano- se pueden levantar temas sociales que han quedado en un segundo plano.  Nuevamente la película de Claudia Llosa es un buen ejemplo.  Por unos días Manchay estuvo en el ojo de la prensa y de los comentarios de muchas personas.  Que no lo supieran aprovechar ya es otra cosa.

Claro que esto hay que saber hacerlo.  Por ejemplo, la película Tarata es -lo siento, no es mi intención ofender, pero...- tan oportunista.  Esa película no pareciera que está apuntando a levantar el tema social de la clase media que sufrió la guerra interna, sino que está apuntada a apelar la identificación que un nicho de mercado podría sentir.  Y la presencia de Gisela Valcarsel (la otrora Reina del Mediodía) ahí hace eso aún más evidente.

Una vez más se hace más claro que necesitamos cineastas que la sepan hacer.  Si el cine peruano va a estar orientado a eso y nada más que a eso (como parece que va a ser el caso), entonces que se entrenen en hacerlo bien, de tal manera que cumpla ese objetivo.  De las cifras que presenté la vez pasada pareciera que el público peruano se está cansando de ver el remake eterno de Gregorio o de Mañana te cuento.

En ese sentido personalmente me parece que los argentinos son unos maestros.  Pero eso no cae del cielo.  Y no, no se trata de "meter más plata".  Se trata de tener un planteamiento integral inteligente.  Yo, por ejemplo, soy muy pesimista con respecto a que Conacine se haya extendido a ofrecer dinero también para distribución.  No me queda claro por qué tendría que financiar eso también.  Con dinero de todos los peruanos.  En todo caso que entre como socio.  Y que las ganancias que se sacasen si eso se hiciese bien se repartiesen y Conacine saque su parte.  Así sus fondos podrían ir subiendo sin necesidad de estar apelando a los recursos fiscales año tras año.  Porque a la primera que tengamos un año difícil, una de las primeras partidas que desaparecerán será ésta.  Mucho más prioridad tiene otros presupuestos, como el de Juntos o el del Vaso de Leche.

Además, si lo que necesitamos es que los nuevos cineastas peruanos aprendan a hacer bien algo que ahora, incluso con plata en la mano, no están sabiendo hacer, ¿no tendría más sentido bajarse el presupuesto de Conacine y otorgarlo todo enterito a becas de alto nivel?


Escrito por

mildemonios

Economista con postgrado en periodismo.


Publicado en

Economía de los mil demonios

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