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La educación primero (10)

Publicado: 2010-06-21

Tengo un amigo psicólogo que por un tiempo enseñó en la San Marcos y en una universidad privada al mismo tiempo.  Él me comentaba que había una fuerte diferencia entre la actitud que tenían los sanmarquinos ante su clase y la que tenían sus alumnos de la privada.  Según él, los sanmarquinos valoraban mucho más el conocimiento y lo que aprendían en el salón, así como las lecturas que se les encargaba.  Si bien este análisis debe tener algo de sesgo, dado que él mismo era sanmarquino, lo cierto es que la calidad de la enseñanza en la San Marcos debería ser un tema de interés nacional.

Todo el asunto es harto relevante, porque no solamente se trata de una universidad emblemática del país, sino que se trata de una universidad que para algunas carreras es la mejor opción.  Y ni qué decir de que es la universidad pública peruana más grande.  En ese sentido no le conviene al país en general la actitud que ha tenido por muchos años el Estado (los tres poderes, no solamente el Ejecutivo) de dejar a la San Marcos a su suerte.

Aunque claro, eso es un arma de doble filo.  Una universidad como la San Marcos tiene que tener autonomía... pero ante un escándalo como el denunciado en las últimas semanas, tiene que haber una intervención del Ministerio de Educación para ordenar la casa.  Como digo, es una universidad demasiado importante para estar al aire.

Yo considero que hay dos puntos que son prioritarios.

Primero, tiene que quedar claro que en la medida en la que la San Marcos recupere su prestigio y sea la mejor universidad posible, tiene que ser exigente y -aquí la parte fregada- difícil.  Esto choca con lo que opinan muchos dirigentes, de que hacer a la San Marcos una universidad difícil promueve el elitismo, pues se favorece a los jóvenes que estudiaron en buenos colegios.  O sea, una universidad gratuita y pública, que supuestamente fue pensada para los peruanos más necesitados, termina siendo para peruanos que se podrían pagar una universidad privada, pero que además tienen el rendimiento académico necesario para mantenerse al nivel necesario.

Esto es ciertamente un asunto difícil de balancear, pero en otros países es un principio inquebrantable que le permite mantener el nivel a la universidad.  Se maneja el concepto de que en una privada, mientras pagues te dejan seguir pasando.  Básicamente porque eres cliente de un servicio.

(De hecho, en una ocasión un individuo que trabaja en la parte administrativa de una universidad privada me dijo que para él, la universidad representaba un proceso productivo que tenía que ser eficiente.  Como hacer zapatos o hacer carros, necesitas insumos y un proceso para producir algo y generar una ganancia.  Hacerle entender que una universidad es mucho más que eso fue una tarea lamentablemente imposible)

En algunos países salir de una de las universidades públicas es garantía de que serás un buen profesional.  Si sales de una de las privadas, no tanto.  Y eso es algo que en el Perú no se da.  Y eso está mal.

Lo que se puede plantear son procesos o iniciativas para apoyar a los peruanos de bajos ingresos que quieren estudiar en una universidad pública.  Quizás un fondo de ayuda o qué sé yo.  De esa manera se compensa en algo el efecto elitista que a algunos preocupa.  Pero de que el buen nivel se refleja en la exigencia, eso a mí no me cabe duda en lo más mínimo.

Segundo, el gobierno interno de la universidad tiene que ser impecable, lo cual no es tan yuca que digamos.  O sea, claro que hay grupitos y pugnas y resentimientos y roces y todo eso.  Pero la discusión es positiva en una universidad.  De hecho, de eso se supone que vive.  Pero esa discusión tiene que estar dentro de una institucionalidad sana y sólida.  Cuando uno de los grupitos puede alterar las reglas para favorecerse, ahí si ya la cosa se va al cacho.

Además, dentro de esa institucionalidad es que se tiene que dar la investigación que toda universidad TIENE que hacer para mantenerse vigente y a la punta.  La San Marcos publica material que en muchos campos es bastante bueno.  Pero existe la peculiaridad de que esa actividad de investigación es mucho más rentable en dinero y en prestigio para un académico que la actividad de la enseñanza misma.  Una universidad de nivel tiene que crear el ambiente y las reglas que mantengan un balance entre esas dos cosas.  De lo contrario no se podrá atraer a profesores universitarios de nivel.

Y claro, eso implica también peinar el asunto de la influencia senderista en la universidad y de ser necesario hacer algo al respecto.  En ese sentido, los que andan opinando al respecto sin saber realmente lo que sucede deberían leer la parte del informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación sobre el asunto.


Escrito por

mildemonios

Economista con postgrado en periodismo.


Publicado en

Economía de los mil demonios

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