Ya pasaron varios días y aún no sabemos los resultados finales de las elecciones del domingo.  Y normal, yo no tengo problema.  Que cuenten con calma.  Prefiero que resuelvan las impugnaciones bien a que estén atolondrados apresurándose.  Mientras tanto, me toca volver a refunfuñar porque el día de las elecciones me quedé atrapado por demasiado tiempo en un embotellamiento de los que no veía desde hacía mucho tiempo.

Esa ocasión para muchos ha sido un momento catártico para odiar a la humanidad y para rajar de lo mal que está organizado el tráfico en la ciudad de Lima.  Pero por otro lado, el punto de partida tiene que ser que las familias en la ciudad tienen muchos, muchos más carros que antes.  De hecho, según data de la Asociación Automotriz del Perú, solamente la importación de coches nuevos de primera mano se ha incrementado en prácticamente 600% entre los años 2000 y 2008.  Se ha pasado de 5,355 en el 200 a 38,755 en 2008.  O sea, una brutalidad.  Y como comentaba en el post de hace dos días, un país sumido en la pobreza no compra carros nuevos a tal velocidad.

Por supuesto que esto no es algo bueno en sí mismo, porque trae hartos problemas.  No solamente el caos vehicular, que es lo que todos sufrimos el domingo.  Además tenemos una mayor generación de gases contaminantes.  Pero también una mayor cantidad de accidentes y desmadres.  Veamos cómo en el mismo periodo de tiempo (o casi, en todo caso), se incrementaron los accidentes según información oficial de la policía.

Pero no solamente se trata de eso, sino que por culpa del tráfico del mal varios limeños no llegaron a su centro de votación, lo que hace las estadísticas algo extrañas en esta ocasión.  O sea, algunas de las estimaciones se van a ver afectadas por ello.  En distritos donde hubo menos tráfico y las cosas transcurrieron sin mayores contratiempos, los resultados finales se acercarían más a encuestas hechas bien previamente.  Pero en distritos como La Molina, San Isidro y Miraflores, donde la gente tuvo que luchar contra dragones, demonios y combis para llegar a votar, las encuestas no se cumplirán tanto, porque no hay forma de las encuestadoras hubiesen podido prever este desastre.

Lo cual no es para nada excusa para tremendos embustos que nos han querido meter.

Actualización 06/11/2010: Aquí pueden ver un breve video que capté ese mismo día.  Observen cómo un solo tarado puede bloquear hasta tres vías con un genial movimiento.  No solo bloquea las dos que pueden ver, sino además la vía desde la cual estaba captando el asunto. Vale un Perú.