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La verdad es una sola (5): Pobrecitos los olvidadizos

Publicado: 2011-04-15

Ah, el curso de Lógica.  En el colegio tuve un bimestre, creo, de Lógica con la misma profesora que meses después me enseñó el curso de Economía en el mismo horario.  Esto fue en quinto de secundaria, si mal no recuerdo.  Después, en la universidad tuve un curso de cuatro créditos de Lógica, creo, que era -seamos sinceros- una pérdida de tiempo.  Pero caray, viendo el nivel de la discusión de estos días, entiendo por qué alguien en algún lugar consideró que los que estudian economía necesitan tener nociones básicas de esa disciplina.

La parte que más recuerdo fue la referente a las falacias, esas estructuras lógicas que llevan a conclusiones falsas, tan queridas y amadas por los políticos en general alrededor del mundo.  De ahí viene la clásica de clásicas: Cuando llueve, el suelo de moja.  Hoy el piso está mojado, así que debe de haber llovido.  Esta estructura de P -> Q es tan simple, pero aún así tan efectiva para despistar a las masas.  Recuerdo que en 1994, cuando llevé ese curso, la mayoría de los ejemplos tomados de la vida real eran de discursos de ese otro presidente que tuvimos en los ochentas, también llamado Alan García.

Anoche llovió, lo que implica que -como la banca internacional me odia- la raíz cuadrada de quince es aproximádamente Haya de la Torre elevado al cubo, dividido entre... En fin, el caso es que yo no he robado nada.

Ahora, yo no sé si los trolles que le buscan quince pies al gato en las redes sociales en estos días defendiendo desesperadamente sus opciones políticas realmente se dan cuenta de las estupideces que están escribiendo o si simplemente están escribiendo meteoritos que ellos mismos se creen.  Entre estos planetas enanos rocosos que nos están lanzando constantemente, la que gana por goleada es definitivamente la ahora popular "si no votas por mi opción, estás en la planilla de mi rival".  En cualquiera de sus variaciones, por supuesto.

Por ejemplo.  En Twitter y en Facebook se la están soltando a mil por hora a la amiga Rosa María Palacios.  Se le ataca por estar siendo crítica con el plan de gobierno del amigo Humala, pero supuestamente no al de Keiko (lo cual es, por supuesto, mentira).  Si ataca a Humala, claro que quiere decir que es Fujimorista y le sacan del pasado alguna de las acusaciones que se le hicieron en tiempos remotos cuando -oh, casualidad- la prensa estaba mucho más perseguida que hoy en día.  Lo mismo le sueltan a todo aquel bloguer que cometa la misma traición a la patria de cuestionar esas propuestas que tienen mucho de cuestionable.  Incluso este humilde blog.

De nada sirve que haya publicado en el pasado posts rajando de la corrupción de Fujimori.  Tampoco que me burlara de los que por defender al dictador éste, arremetieran contra la Comisión de la Verdad.  Y es que para estos individuos, el tiempo no existe.  La memoria -irónicamente- es un inconveniente.  Lo importante es atacar a los críticos.  O en su defecto, peor aún, demandar que se sea igual de duro con la otra opción.

Ah, no. Si vas a criticar la teoría de la relatividad, TIENES que dedicarle la misma cantidad de tiempo a criticar la teoría de la mecánica cuántica... Eh... Un momento, hay algo aquí que no cuadra...

No, pues, así no funciona.  Y aquí por qué.  Las principales objeciones para votar por Humala es que se está metiendo con los fundamentos del modelo económico.  Lo siento, invéntense las falacias que quieran, lo está haciendo.  De ahí a que sean costos razonables, considerando la urgencia de las demandas sociales, eso es otra cosa.  Pero de que el rollo allí es económico, me parece que por lo menos eso no me van a discutir.

Pero no me pidan a mí hacer la paleontología periodística de recordar las razones por las que también hay objeciones a votar por Keiko.  Yo ya cumplí con expresar que la opción fujimorista es demasiado incierta como para ser considerada la que asegura la continuidad del modelo económico.  Pero yo no soy arqueólogo o politólogo o periodista político.  Ése no es mi rollo.  Para eso les recomiendo que se den una vuelta por el efectivo Utero de Marita o por el omnimnemónico Desde el Tercer Piso.  O en un caso extremo en el que se sientan tentados a cometer la atrocidad de votar por tener como vicepresidente nueve meses al año a Rafael Rey, lean la editorial de Caretas (porque ahora sí le creemos... por los siguientes ocho segundos... Oh, pero momento... Caretas no le está dedicando el mismo espacio de raje de Keiko al raje de Humala... ¿Y los nacionalistas no reclaman por eso? No entiendo).

Les cuento que en teoría moderna de comunicaciones hace rato ya se tiene claro que un medio nunca va a ser objetivo, aunque lo pretenda.  Por eso es deseable contar con diversidad de medios. ¿Te incomodan las declaraciones ultra-derechistas del amigo Aldo? Pues no compres el Correo. ¿Consideras que Campodónico se inventa sus cifras? Pues no compres La República.  Pero es bueno que haya esas opciones.  Hay que ser tolerantes.  Hay gente que le gusta y lo consume.  No seamos fachos y dejemos que existan las distintas opciones.

Ahora, si tú quieres tender a la objetividad, haz como varios de nosotros y accede a ambas fuentes, leélas y a ver a quién le crees.  Fórmate tu propia opinión y luego dale la bienvenida al post-modernismo a tu vida.


Escrito por

mildemonios

Economista con postgrado en periodismo.


Publicado en

Economía de los mil demonios

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