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La maraña financiera (1): Larga vida a la SBS

Publicado: 2011-05-25

Esta semana la SBS ha cumplido ni más ni menos que 80 años, una entidad a la que el Perú le debe un montón y que usualmente pasa caleta.  Nació en el año 1931, a pesar de que ya había supervisión bancaria desde 1873.  No obstante, es recién con la crisis de los años treinta que muchos países en la región se convencieron de que era necesario llevar a cabo una serie de reformas.  Como parte de una movida, entre las cuales estuvo la promulgación de la Ley Monetaria, la Ley del Banco Central de Reserva y la Ley de Bancos, se terminó creando a la Superintendencia de Banca y Seguros.

El mundo financiero puede llegar a ser algo complicado, por lo que puede que no se comprenda el verdadero papel que tiene la SBS en el Perú.  Para ponerlo en simple, es el Osiptel de los bancos y las entidades financieras en general (AFP, cajas municipales, aseguradoras, etc.).  La SBS es la que se asegura, por ejemplo, de que los bancos al final del día (de todos los días, eso es) tengan las cuentas en orden y mantengan suficiente dinero como para asegurar de que si un porcentaje dado de ahorristas fueran todos al día siguiente a sacar su dinero, el banco pueda atender ese pedido.  A esto último se le llama tasa de encaje y es decidido por el BCR, no por la SBS.

El tema aquí es que el negocio de los bancos al final de cuentas es captar dinero de ahorristas para luego prestárselo a empresas o personas.  A los ahorristas les pagan una tasa de interés pasiva y a los prestamistas una tasa de interés activa, ligeramente mayor a la anterior.  En la diferencia entre ambas es que está el negocio.  Pero la experiencia nos ha enseñado (sobre todo a los peruanos) que a los bancos hay que supervisarlos.  Por ejemplo, ¿se acuerdan del Banco del Nuevo Mundo? Si no lo recuerdan, no es casualidad.  Básicamente ese banco fracasó porque captaba el dinero y se lo prestaba a proyectos que no eran realmente rentables o que no garantizaban que luego se fuese a devolver el dinero.  Si la SBS es tan fregada es porque al final del día, el banco está jugando con dinero de personas.

Los bancos  tienen que cumplir con la SBS y con una serie de controles y regulaciones para que  no terminen haciendo lo que les da la gana.  Y por eso cuando llegó la crisis financiera de hace un par de años, varios países la sufrieron horriblemente (¿Grecia y España, alguien?), pero al Perú no la tumbó.  Y es que precisamente la SBS había estado haciendo un muy buen trabajo controlando a los bancos, de tal manera que no se encontraron en una situación vulnerable.

Los retos más próximos de la SBS ahora yo diría que son dos, considerando que estamos en un año electoral en el que más importa la percepción de la gente y no las cuentas de verdad.  Primero, reducir las comisiones que cobran las AFP.  Ese pedido rabioso de los que perdieron la discusión cuando se impuso el sistema privado de pensiones hace varios años y que han ido perdiendo terreno conforme las AFP han demostrado ser rentables y sólidas.  Sí, pues, el siguiente tema para que el sistema de las AFP se afine es controlar las comisiones que le cobran a los usuarios.  Esto va a ser un poco truculento, porque no se puede entrar a regular directamente eso (se supone que se rige por leyes de oferta y demanda).  Así que se han salido con una idea bastante buena, en realidad: La de ofrecer en subasta a las AFP paquetes de afiliados.

La segunda es la de los lavados de activos.  Con esto de que en el Perú hay una informalidad que hace lo que le da la gana y con la presencia del narcotráfico y otros males, nos volvemos un país vulnerable a que criminales usen el Perú para blanquear su dinero.  La SBS ha afinado un plan, que ha sido hecho en colaboración con el FMI.

Así que feliz aniversario, amigos de la SBS.  Sigan con el buen trabajo.  Y sigan pagándole bien a sus analistas y funcionarios.  No hay otra manera de asegurar la efectividad de una entidad pública.


Escrito por

mildemonios

Economista con postgrado en periodismo.


Publicado en

Economía de los mil demonios

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