#ElPerúQueQueremos

La importancia de la cultura (16): No ausencia de héroes, sino abundancia

Publicado: 2012-02-14

Hace tiempo estaba en una pollada en El Remanso -conocido club de la Marina del Perú, ubicado en Chosica, por si acaso- y entre broma y broma me confundí e hice referencia al Capitán Grau, en vez de decir Almirante Grau.  La persona que estaba sentada a mi costado de inmediato me dijo con tono urgente, pero en voz baja "¡Almirante, Almirante, Almirante!" y tuve la oportunidad de corregirme yo mismo, antes de que el marino más cercano se sintiera ofendido e hiciera algo al respecto.  Y es que Grau es, pues, el héroe máximo de la Marina del Perú.  Y si con alguien no te quieres meter en una reunión en la que hay varios marinos es con el Almirante Grau.

Esta condición no es solamente peruana, como se pretende plantear por algunos.  Es una condición humana.  Intenten hablar mal del Almirante Nelson en una reunión de marinos británicos y obtendrán una reacción comparable.  Los seres humanos necesitamos héroes y ejemplos a seguir.  No obstante, una de las características de la era post-moderna en la que vivimos es que ya no vivimos siguiendo el ejemplo de un solo héroe, como podía ser el caso hace 50 años. (Aunque Gonzalo Zegarra se dispara mucho más al pasado, hasta la colonia, para explicar este asunto.)  Ahora seguimos a varios al mismo tiempo, dependiendo del tema o del aspecto de la vida.  Así, puedes adorar a tu padre para temas profesionales, pero a un político con convicciones diametralmente opuestas a la de tu padre para temas políticos.  Y cuando dos de esos héroes entran en conflicto, puedes hacer cortocircuito emocional.

Eso suele pasa cuando un héroe en su campo se sale de su tema de influencia legítimo para comenzar a opinar de asuntos en los que no es particularmente sobresaliente.  Pero como tiene base en otro tema, se le hace caso como si supiera.  Como cuando Angelina Jolie opina de política internacional.  O como cuando Matt Damon opina de legislación laboral.  No sé si tienen estudios pertinentes, pero el hecho es que los escuchamos porque, en fin, son artistas que sobresalen en su nota.  A pesar de que quizás estén hablando rocas.

Este detalle en un país en el que la identidad no es particularmente robusta y cuyos héroes son, en buena cantidad, mediocres (ojo que estoy diciendo "en buena cantidad", no todos, ni la mayoría), se vuelve un tema particularmente interesante.  No voy a llegar al extremo del Morsa de decir que somos un país sin héroes.  Yo creo que sí tenemos héroes, lo que pasa es que, como país post-moderno que somos, son héroes fraccionados.  Héroes que pudieron haber sobresalido en su tema, pero que no tuvieron una vida íntegramente ejemplar, como sí lo fueron los héroes de antaño... Aunque si investigamos un poco encontraremos que tampoco tuvieron una vida ejemplar completamente.

Tomemos como ejemplo a Alberto Andrade, que es un héroe para muchos limeños.  Que limpió el centro de Lima a palazo limpio, que no se dejó manipular por un Poder Ejecutivo que le boicoteaba casi todo, etc, etc.  Pero como empresario no fue un ejemplo a seguir.  Ok.  Pero como alcalde vale la pena honrar su memoria.

En ese sentido, estoy de acuerdo con León Trahtemberg, que dice que todo el entuerto de Iván Thays con Gastón Acurio y allegados ha servido para discutir varios temas y que eso no le hace daño a nadie.  Y que una vez más, pone en evidencia la bajísima tolerancia al debate que tiene la masa en las redes sociales.  Que, eso sí, es un fenómeno particularmente peruano.

Habiendo dicho esto, acepto que llego tarde a esta discusión, pero es que sinceramente me estaba divirtiendo demasiado leyendo lo que todos tenían que decir al respecto.  Y opino que tiene sentido que se critique que porque un chef es exitoso y sobresaliente en algunos temas -que de hecho, lo es de manera excepcional-, sea además un supuesto experto en una materia ajena a su campo de acción.  Esto no tiene que ver específicamente con una ausencia de héroes literarios en el Perú (¿no teníamos un premio nobel de literatura por ahí?), sino que estamos endiosando demasiado a la gastronomía.

Por supuesto que tiene sus méritos y que es un ejemplo a seguir en otros campos (el mismo Morsa hace no mucho andaba diciendo que la literatura peruana necesita su Gastón Acurio... ¡No que necesita a literalmente el Gastón Acurio para promover la literatura peruana!).  Pero de ahí a que un chef sea voz cantante en no solamente gastronomía, sino además literatura, cultura empresarial, biotecnología, política agrícola, etc... Ahí creo que ya la cosa se está comenzando a desvirtuar.

De hecho, si en algo sí estamos dando pena los peruanos es en reconocer esto: En saber reconocer quién es el que sabe y en qué tema vivar a cada quién.  Nuestros medios no ayudan, por supuesto, presentando como experto a sabe dios quién, porque necesitan entrevistados.  Pero en fin.  Ése es otro rollo.

(Dibujito de arriba: http://es.juanelo.net/, dibujito del medio: http://mccomseycomix.wordpress.com)


Escrito por

mildemonios

Economista con postgrado en periodismo.


Publicado en

Economía de los mil demonios

No respondas a la pregunta que te hacen, sino a la que deseas que te hayan preguntado