Acaso el 2012 es un año electoral (1): Un nuevo gabinete para los mismos problemas
El día de ayer juramentó un nuevo gabinete. Y tal como lo pedía medio mundo, el primer ministro fue uno de los que se fueron. Porque claro, cambiando al primer ministro se fomentaría el diálogo en Cajamarca y ya se podría avanzar en algo concreto con los antimineros del norte del país, pues, ¿no?
No, pues. Porque al igual que cuando piden que cambien a los gerentes de Yanacocha por la razón que sea eso tampoco ayudaría en nada a solucionar el problema, aún cuando el rollo del nuevo gabinete es que fomentará más paz social, en Cajamarca el amigo Santo de entrada ya dijo que recibe al nuevo staff de ministros con un rotundo "Conga No Va". Como para que no nos quede duda de que cambiar al primer ministro no sirve de nada con esta gente. Quizás Tafur tenga razón en que lo único que entiende Santos es más soldados y más uso "legítimo de la fuerza".
En todo caso, los ministros que sí se quedan son:
Los que están pasando piola: René Cornejo, ministro de Vivienda. Rafael Roncagliolo, ministro de Relaciones Exteriores. Jorge Merino, ministro de Energía y Minas. Carlos Paredes, ministro de Transportes y Comunicaciones.
Los que me sorprende que se hayan quedado: Patricia Salas, ministra de Educación (que ha desacelerado la reforma de educación que venía del gobierno pasado y le está dando espacio al Sutep para que retome su posición). Ana Jara, ministra de la Mujer (que nos tiene acostumbrados a declaraciones kafkianas). Luis Alberto Peirano, ministro de Cultura (que no la ve por ninguno de los dos lados: el de la promoción de la cultura y el de la consulta previa). José Villena, ministro de Trabajo (que ha permitido que procedan iniciativas que le están trayendo muchos problemas a los empresarios).
Los intocables: Manuel Pulgar-Vidal, ministro del Ambiente; Carolina Trivelli, ministra de Desarrollo e Inclusión social; Luis Miguel Castilla, ministro de Economía y Finanzas; y Gladys Triveño, ministra de Producción.
Con respecto a los cambios, en Semana Económica se puede ver una breve bio de cada uno.
Juan Jimenez de Primer Ministro (una de las dos opciones fuertes voceadas, junto con Pulgar Vidal, abogado de como sea que se va a llamar ahora la PUCP). Pedro Cateriano de ministro de Defensa (harto relacionado con el tema de los derechos humanos). Wilfredo Pedraza de ministro del Interior (abogado especializado en derecho penal y penitenciario, ex-presidente del INPE... ¿qué nos están queriendo decir aquí?). Eda Rivas de abogada de Justicia (ex-viceministra de justicia). Midori de Habich de ministro de Salud (que no es médico, sino especialista en políticas públicas). Milton von Hesse de ministro de Agricultura (economista con amplia trayectoria en el sector público).
De todos estos, los que me parece que son buenos jales son von Hesse, que es un maestro en economía pública, y de Habich, que tiene una amplia experiencia dentro y fuera del país en políticas públicas. De hecho, que hayan sacado al anterior ministro de Agricultura me parecía necesario. Le había hecho harto daño al país con medidas proteccionistas que habían pasado por debajo del radar, pero que ciertamente nos van a pasar la factura luego.
Por otro lado, me parece genial que hayan mantenido a Trivelli, a Castilla y a Triveño. Los tres están haciendo un excelente trabajo a pesar de toda la artillería pesada que están recibiendo. Ojalá no caigan en desgracia con Nadine próximamente.
En todo caso, mientras esperamos a que los nuevos ministros se manifiesten y nos cuenten cuáles son sus planes, quedémonos con el rotundo y pro-diálogo "Conga no va" con el que Santos recibe al nuevo gabinete. Que resuene en el fondo cada vez que alguien sugiere que cambiar al interlocutor es una fórmula mágica para alcanzar el diálogo y el entendimiento.
(Dibujito de arriba: http://davepalumbo.blogspot.com)