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El circo parlamentario (24): Otros tres por si te quedó la duda

Publicado: 2013-02-26

En otro post me metí a la necesidad de que nuestros congresistas aprendan lo que es un análisis costo beneficio de los proyectos de ley que presentan.  Ojo, no digo que aprendan a hacer uno, básicamente porque soy realista.  Pero que por lo menos sepan que es algo serio y que es necesario.  Luego colgué otro post chequeando si los primeros tres congresistas en la lista ordenada alfabéticamente hacían ese esfuerzo.  Y no, pues.  Estos patas no tienen ni idea de lo que es un costo o un beneficio y mucho menos un análisis costo beneficio.  Aun cuando están obligados a hacer uno cada vez que presentan un proyecto de ley.

Solo para hacernos una idea, en Estados Unidos éste es un asunto serio.  Recientemente ha habido un debate en ese país porque Obama ha pretendido que las agencias regulatorias independientes (tipo el BCR aquí en el Perú), cuando proponen un cambio a una ley o proponen un acta, lo acompañen de un análisis costo beneficio del cambio que proponen.  Entienden la necesidad de esto, pero también comprenden que si se hace bien (no el mamotreto que hacen aquí nuestros congresistas), es costoso.  Por ello plantean un límite de US$100 millones de impacto en la economía del proyecto.  Si te pasas de ese límite, tu análisis debe ser más exhaustivo.

Tiene sentido.  Quizás algo así debamos implementar aquí en el Perú.  Que si el proyecto de ley implica costos de por encima de un límite, se deba hacer un análisis costo beneficio sub contratado a algún centro de investigación autorizado para hacerlo: Macroconsult, Grade, IEP, etc.  Y si no, que se quede con el análisis que hizo el congresista y su equipo, del cual no voy a comentar nada, porque a lo mejor alguno de sus miembros lee este post y se ofende.

En todo caso, pongamos aquí tres ejemplos más (siguiendo en orden alfabético) de cómo nuestros congresistas se surran en una labor primordial de la labor para la que han sido elegidos.

Virgilio Acuña, de Solidaridad Nacional.  En la legislatura 2012-2013 este congresista le ha estampado su nombre a 29 proyectos.  De estos, uno es la Ley del fomento de la bancarización e inclusión financiera.  Pueden leer el texto correspondiente en este enlace.  El supuesto análisis costo beneficio está en la página 7. Ahí podrán apreciar que lista uno a uno los supuesos beneficios que traerá su proyecto.  No obstante, no hace el ejercicio de ponerle un valor a esos beneficios.  Así no se puede hacer un contraste entre los beneficios y los costos.  Aunque, ¿lista también los costos?

1. Como podrán apreciar, el congresista Acuña confunde gasto con costo: Que su proyecto no vaya a generar gasto alguno no implica que no vaya a generar costo (recuerden que un costo es toda pérdida de eficiencia social... ¿no entienden? No se preocupen, el proyecton de Acuña es un perfecto ejemplo de esto precisamente).

2. No obstante, ¡lo que es peor es que *SI* genera gasto! El congresista Acuña reconoce que incorporar a los peruanos que no están bancarizados al sistema bancario cuesta, pero le carga esa molestia al "sistema financiero peruano".  O sea, a la banca privada que debe crearle una cuenta nacional de ahorro a la cuenta de tres (uno, dos, ¡tres!) a todos los peruanos.  Eso cuesta, congresista Acuña.  Es un trámite que algo debe costar.  Algo poquitito, seguramente, pero eso multiplicado por los aproximádamente 12 millones de peruanos que se debe bancarizar a la cuenta de tres, sale como total un montón de plata.  Que no lo vaya a asumir el Estado es chévere... ¡para él! Pero que lo tenga que asumir el sector privado es una pérdida de eficiencia social, porque es dinero que tendrán que dejar de invertir para luego sacar mayores recursos para más proyectos de inversión (recuerden que el negocio de un banco es básicamente juntar dinero de ahorristas para prestarlo a proyectos privados de inversión a través de préstamos).  Ese dinero que al congresista Acuña le importa un rábano que se use para su proyecto de ley no es del banco, es de los ahorristas.

Y para rematar el asunto, el congresista Acuña dice que el DNI deberá tener un "circuito integrado que permita almacenar ... información financiera".  Claro, como esos dispositivos electrónicos ahora se regalan, el proyecto no cuesta. ¿Quién va a asumir la compra de millones de documentos de identidad con ese dispositivo? ¿Los bancos? ¿El BCR?

La realidad es que este proyecto de ley así como está sí cuesta.  Y un montón.  No digo que los beneficios no sean inmensos: Bancarizar a la mayor cantidad de peruanos es importante.  Pero por eso hay que hacer un análisis costo beneficio: Para saber si los beneficios ameritan asumir esos costos.  O si, quizás, haya que alterar un poco el proyecto para que sea viable.

En todo caso, el congresista Acuña sale jalado con roche.  Digamos un cero cinco.

Alejandro Aquinaga, fujimorista.  Ha estampado su nombre a seis proyectos de ley en esta legislatura.  De estos, solamente uno sería de su autoría, el Proyecto de ley que modifica el decreto legislativo del sistema de defensa jurídica del Estado.  Pueden leer el texto en cuestión en este enlace.  El supuesto análisis costo beneficio está en la página 5.  En este caso ya no le entra a rodeos y nos brinda un análisis de un párrafo de cuatro líneas.  Qué considerado.

1. Por supuesto que confunde gasto con costo.  Menciona que su proyecto no generará gasto alguno, pero no menciona si crea costos para la sociedad.  Lo que sí enfatiza es que traerá beneficios.

2. El proyecto de ley del congresista Aquinaga le está creando más funciones al Consejo de Defensa Jurídica del Estado.  O sea, más chamba.  Eso implica más horas de trabajo, más recursos. ¿Quién va a pagar por eso? Naturalmente el Estado.  O sea, todos los peruanos.  Pero como es un costo adicional pequeño, ni cuenta nos vamos a dar.

Pero de que es un costo, es un costo.  Y debería de haberlo considerado.  Aunque no es tan grave como el caso del congresista Acuña y sus DNI con dispositivos electrónicos.  Decir que este salto tecnológico no costará nada es básicamente una locura.

Así con todo, el congresista Aquinaga sale jalado.  Pero no con roche, como el congresista Acuña.  Digamos que con un cero ocho.

Lourdes Alcorta, de Alianza por el Gran Cambio.  En esta legislatura ella le ha estampado su nombre a cuatro proyectos.  No obstante, ninguno de estos cuatro son de su autoría.  Para poder chequear si sabe qué es un análisis costo beneficio, me busqué uno de la legislatura anterior.  Así llegué al Proyecto de ley que modifica la ley orgánica de elecciones para prevenir y sancionar la infiltración del narcotráfico en el Congreso de la República.  En este caso el nombre del proyecto da información útil, así que te recomiendo que por una vez no te lo saltes y te detengas a leerlo y asimilarlo.  En todo caso, el pdf con el proyecto está en este enlace.  El supuesto análisis costo beneficio está en la última página.  Y esta vez por lo menos llega a dos párrafos.

1. Lamentablemente la congresista Alcorta también confunde lo que es un costo de los que es un gasto.  Su proyecto de ley, según ella, no genera egreso para el Estado y no genera gasto.  Y no habla de ningún otro costo. (Si no tienes claro la diferencia entre gasto y costo, chequea el primer post que linkeo al comienzo).  Aparentemente saber cómo funciona la economía no era necesario para estar en el partido de PPK.

2. A simple vista parecería que esta iniciativa efectivamente no genera ningún gasto.  Sin embargo, sí lo hace.  Básicamente porque alguien tiene que ir a revisar que los individuos no están ligados al narcotráfico.  Claro, uno emite su ley que dice que no "pueden ser candidatos ni elegidos como representantes al Congreso de la República o al Parlamento Andino las personas condenadas con sentencia firme por tráfico ilícito de drogas o lavado de activos".  Pero alguien tiene que hacer la chamba de estar chequeando a los postulantes uno por uno para revisar que no tengan ese vínculo.  Y eso es chamba.  No es mucho y de hecho considero que traerá un beneficio necesario.  Pero es chamba.

Imagínense, no más, con los asteroides que ponen algunos en sus hojas de vida que son descubiertos recién después de haber sido elegidos, cómo sería revisar este vínculo con el narcotráfico.  Así que la congresista Alcorta también sale jalada, pero por poquito.  Digamos que un diez.

(Dibujito de arriba: http://alessandrobarbucci.blogspot.com)


Escrito por

mildemonios

Economista con postgrado en periodismo.


Publicado en

Economía de los mil demonios

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