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La tecnología del siglo XXI (20): Cinco problemas con la moratoria de 10 años para los transgénicos

Publicado: 2011-06-09

El día de ayer el Congreso aprobó el proyecto de ley que, entre otras genialidades, impone una moratoria de diez años para el ingreso de los transgénicos al Perú.  Y si bien alguna gentita está celebrando, porque era el siguiente paso para evitar que ingresen los organismos genéticamente modificados (OGM) al país, otros estamos bastante preocupados.  Por una serie de razones.  Ya tú escoge la que te sea más fácil discutir.

Primero, porque una vez más está ganando la cultura del NO-HAY-FORMA.  Un problema que tenemos en el Perú, no solamente para promover el uso de nuevas tecnologías, sino en general para plantear cualquier cambio a como se vienen haciendo las cosas por siglos, es esta idea de que si existe un costo cualquiera -por pequeño que sea-, hay que oponerse.  Entonces, la minería aporta millones de dólares para programas sociales, pero no, que no se haga porque existe el peligro de contaminación (aceptando tácitamente que el Estado no es competente).  Tal planta hidroeléctrica traerá energía y progreso a miles de de familias, pero no, que no se haga porque tendrá un efecto cualquiera en el medio ambiente.  Y así hasta el infinito.

Claro, no digo que se contamine y que se destruya el medio ambiente.  Lo que digo es que al decidir cuál va a ser tu posición con respecto a esto tienes que poner en una balanza los costos y los beneficios.  Si los costos son excesivos, ni modo, que no se haga.  Pero si los beneficios son inmensos y los costos no son tan grandes, es una tontería no atracar.

Habiendo dicho esto, tú, amigo ambientalista o amigo chef que te opones a los transgénicos... ¿Sabes cuáles son los beneficios? Pero aguanta, antes de responder, ¿les vas a dar la misma validez que a los costos?

Segundo, porque es inaplicable. ¿En serio piensan prohibir el ingreso de organismos genéticamente modificados al país? ¿Alguien les ha pasado el dato de que esto viene sucediendo desde hace años? Entonces, ¿vas a prohibir el ingreso de galletas varias? ¿De los productos a base de soya para los vegetarianos? ¿De medicinas nuevas que tratan enfermedades que antes eran intratables? Buena suerte con eso y con explicarle a tus nietos tantas cosas con respecto al atraso del Perú sin aceptar tu parte de la culpa.

Varias personas con las que he hablado con esto me han dicho que es imposible identificar los productos que contienen transgénicos si es que en su lugar de envase no etiquetan identificando que los tienen.  Entonces, si de informar que contiene OGM depende que un producto se siga comercializando... pues dejo de hacerlo.  Y buena suerte de aquí a un año tratando de saber qué producto tiene o no transgénicos. ¡Por lo menos ahora algunos lo reportan!

¿Cómo? ¿Que es obligatorio etiquetar productos que tienen transgénicos desde que salió el Código del Consumo? Sí, precisamente. (Entonces, el que no quiere consumir estos productos, que no lo haga, pero que no le imponga su preferencia a todo el resto del país... Sería lo que diría si es que estuviésemos en un país democrático y libre, por supuesto) Pero dos preguntas adicionales. Uno: ¿Para qué etiqueto, si eso implica que salgo del mercado? Un poco tonto, me parece.  Y dos: Si no lo hago, ¿cómo me vas a descubrir?

Enviar un paquetito de galletas a un laboratorio para que analice si éste contiene OGM es prohibitivamente caro. ¿Con qué va a pagar eso? Ya sé: Con el dinero que no usarás para expandir programas sociales, por supuesto.

Otra mancha de gente con la que he hablado de este asunto me dice que ese primer grupo de personas no sabe de lo que están hablando.  Cosa curiosa, el primer grupo está compuesto de científicos.  El segundo de activistas.  Como que decidir a quién creerle no se me hace muy difícil.

Tercero, ya tuvimos nuestra oportunidad para tener una moratoria.  Eso fue hace aproximadamente diez años.  Ahora ya no es aplicable.  El mundo entero ya aceptó a los transgénicos como una nueva forma de hacer las cosas.  Tenemos que aceptarlo y aprender a vivir con ello.  Eso pasa por afrontar los riesgos que generan.  Y eso se hace con un reglamento serio y con un cuerpo de gente preparada para aplicarlo. ¿Cómo? ¿Que eso cuesta plata? Ah, es que seguramente no has leído mi primera preocupación (que le puse negritas, incluso, para que no se te pase).  Ése es uno de esos costos que se tienen que balancear con los beneficios que genera el uso de los OGM.

Y esto de idear el reglamento y la manera como revisaremos es algo que se aprende con el tiempo.  Seguramente al comienzo será costoso e incierto.  Pero con el tiempo iremos aprendiendo a hacerlo mejor.  El truco está en generar una institucionalidad que se dedique a esto y respetarla luego.  Si el Estado va a gastar dinero nuestro en capacitar gente para que sean los tigres del asunto, hay que luego respetarlos cuando hablan y escucharlos y hacerles caso.

Que cosa curiosa, no es lo que han hecho los autores de este proyecto de ley.  La Universidad Agraria (nacional y pública, mantenida con el dinero de todos los peruanos) tiene un laboratorio de esta vaina que a gritos está insistiendo en que son falsos los mitos que se están repitiendo para justificar esta norma. ¿Les hacen caso? Nah.  Mejor no.

Cuarto, las razones que se dan son altamente discutibles.  Pero por encima de eso, que no se hayan tomado la molestia de investigar o de contrastar el asunto.  Que debemos cuidar nuestra biodiversidad... Si se molestaran en revisar lo que dicen los científicos y los organismos internacionales al respecto sabrían que si se sigue una serie de pautas, se anula la amenaza a nuestra biodiversidad. ¿Cómo? ¿Que por si acaso? Ah, es que seguramente no has leído mi primera preocupación (que la puse en negritas para que no se te pase).  Por ese "por si acaso" te vas a negar a los inmensos beneficios que trae el uso de los transgénicos en la reducción de los costos para los campesinos (as in familias de bajos ingresos) y en la ayuda a los programas de nutrición (as in familias de bajos ingresos).

O sea, por oponerte a esto desde la comodidad de tu casa o de tu oficina en Lima, le estás negando beneficios a familias de bajos ingresos mayoritariamente en el interior del país. ¿Dónde he visto eso antes?

(Chévere.  Ahora que ese tipo particular de lector se ha ido a la velocidad del rayo a la sección "Comentarios" para imputarme fantasiosamente que escribo sin conocer el campo o la realidad del país, continuemos con la parte más profunda)

Quinto, porque es oponerse al progreso tecnológico.  No sé si se den cuenta, pero como país estamos diciendo que nos da miedo una  nueva tecnología que todo el mundo está usando (¿qué no era ése el argumento para insistir en el impuesto a las sobreganancias mineras...? ¿Que todos lo están aplicando menos nosotros?).  Así, en general, porque la oposición es desinformada.  Por ejemplo, ¿sabían que todo este rollo de los transgénicos es en realidad contra la primera ola de transgénicos? ¿Y que ya están saliendo al mercado una segunda ola, con productos distintos a los que tanto les preocupa? Productos manufacturados para fines específicos (y no, no todos son propiedad de Monsanto, ya párenla con ese cuco).  Productos especialmente diseñados, por ejemplo, para luchar contra la desnutrición, un problema que aparentemente no le preocupa en lo más mínimo a nuestros chefs, qué irónico.  O productos especialmente diseñados para luchar contra enfermedades y problemas de nacimiento.  No, eso tampoco.

Entonces, hoy en día clavamos la moratoria.  El resto del mundo (incluyendo, por ejemplo, Bolivia) sigue avanzando con ciencia y tecnología y nosotros nos quedamos atrasados por diez años.  Y después, en el año once nos miramos al espejo y nos lamentamos de estar a la cola de la innovación tecnológica mundial.  Pero ni por asomo se te ocurre reconocer que se debe a esta clase de decisiones.

Bien por nosotros.  A continuación, apliquemos la moratoria a la rueda, porque podría causar muertes en accidentes de tránsito.


Escrito por

mildemonios

Economista con postgrado en periodismo.


Publicado en

Economía de los mil demonios

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