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Si tan solo el país estuviese interconectado (11): En contra lo mismo de siempre

Publicado: 2012-06-07

Tengamos cuidado con un detalle.  Esto me llamó la atención de la carta de renuncia del congresista que ya saben, pero en realidad viene de más atrás.  Se trata de su queja de que este gobierno haya continuado con la política de privatizaciones que viene de los gobiernos anteriores, como si esto fuese algo malo por sí solo.  Lo cual es, pues, un error.  Y no es un error porque yo lo diga, sino porque la evidencia lo muestra.  En un post anterior tomaba unos ejemplos específicos de cómo las privatizaciones han favorecido a la vida diaria de los peruanos.  Y claro, es fácil afinar la puntería a los casos que no salieron tan bien como estaban planeados, pero el hecho es que el balance es ampliamente positivo.  Y nuevamente, no es positivo porque yo lo digo, sino porque la evidencia lo muestra claramente.  Chequeen este informe de ProInversión con información al respecto.

Repito lo que ya decía en ese post pasado: Aquí nadie quiere privatizarlo todo.  Ése es el floro político para ganar adeptos.  La privatización de algo del Estado tiene sentido solamente en ciertos casos y bajo ciertas circunstancias.  Pero es malintencionado decir que se quiere privatizar todo.

Eso es una cosa.  Y la otra, que también decía en el post sobre la carta de renuncia, no hay que confundir privatización con concesión.  Una cosa es vender algo del Estado a un privado, para que sea de su propiedad.  Ése es el caso, por ejemplo, de Telefónica del Perú.  El Estado le vendió a una empresa española dos empresas públicas peruanas que se caían a pedazos.  Recuerda: ¿Todo eso que rajas de Telefónica y de Movistar y todo ese odio contenido que tienes porque te maltratan? Ya, esas dos empresas públicas eran aún peor.  Alucina.  Pregúntale a quien quieras mayor de 30 años.

No obstante, entregar en concesión algo es otra cosa.  Por ejemplo, el Muelle Norte en el Callao.  Ese muelle sigue siendo del Estado.  O sea, de todos los peruanos.  Lo que se ha hecho es darle eso que es nuestro a una empresa privada para que ésta la administre.  Básicamente porque antes lo solía administrar el Estado (a través de la empresa pública Enapu) y hacía un terriblemente mal trabajo.  Tan, pero tan mal que los puertos peruanos estaban atrasadísimos tecnológicamente.  Una verdadera vergüenza.  Si no me crees, pregúntale a quien sea que haya exportado a través del Callao antes de los noventas.

¿Por qué, entonces, hay tanta gente que se opone a que la concesión del Callao continúe? Básicamente por tres razones.  Primero, hay gente que siempre se va a oponer a todo lo que implique capital privado por razones ideológicas, más allá de razones económicas o consideraciones técnicas o observaciones prácticas.  Se tienen que oponer porque lo tienen inscrito en su ADN y ni modo.  Por suerte son cada vez menos.  Segundo, porque hay un montón de gente que está perdiendo con todo este cambio.  Mientras que el Perú gana en saldo, hay otros a los que no les conviene.  Y esos salen a reclamar y etc, etc.  El truco aquí es que el Estado debería preocuparse por compensar a esta gente de alguna manera.  Y tercero, porque hay gente que simplemente no entiende cómo es esta vaina.  Comunicarlo correctamente debió haber sido tarea de, oh sorpresa, el Estado.

Chequeen esta entrevista a José Luis Guasch, uno de los promotores de la ola de privatizaciones de hace un par de décadas.  Según él, Perú ha pasado por una etapa de aprendizaje de cómo es que se hace esto y que hay una serie de detalles que tenemos que afinar a partir de ahora.

Por ejemplo, aprender a regular mejor.  Eso se va a obtener con mayor institucionalidad y mejor monitoreo y más transparencia.  Y en fin.  Aprendiendo a hacerlo mejor. ¿Pero regresar a la catastrófica situación anterior? Eso sería altamente irresponsable.

Quizás en el caso de los puertos sea más difícil reconocer la mejora, porque es algo que no es tan cercano a la mayoría de peruanos.  Y quizás Telefónica, como decía, tampoco sea un excelente ejemplo, porque no se ha terminado de brindar un servicio impecable, a pesar de que sí ha habido mejora en el servicio.  Pero el caso más evidente y más claro creo que es el de las carreteras.  En un siguiente post lo trato más a fondo.

(Dibujito de arriba: http://macktubrobinson.blogspot.com)


Escrito por

mildemonios

Economista con postgrado en periodismo.


Publicado en

Economía de los mil demonios

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