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Hay dos agriculturas en ti (10): Otra vez andrés con el minifundio

Publicado: 2013-01-24

Cuando Ollanta Humala salió elegido presidente y hubo mucha preocupación acerca de cómo manejaría la economía del Perú, Diego Macera en Semana Económica decidió usar el término "estabilidad macro, populismo micro": Para los grandes temas, como el tipo de cambio o el control de la inflación, se realiza un manejo casi impecable y muy técnico.  Pero para pequeños temas del día a día, se consideró que se iba a embarrar de lo lindo y que generaría costos que tomaría años eliminar.  Por supuesto que esto llamó la atención de algunos columnistas y periodistas que en ese entonces defendían a capa y espada a Ollanta Humala (recalco: en ese entonces).  Pero con el pasar de los meses quedó claro que Macera tenía razón.  Estabilidad macro con populismo micro.

Perfecto ejemplo es la idea del presidente del control a la propiedad agraria.  Durante el fin de semana Ollanta Humala se mandó con estas declaraciones, las cuales el lunes preocuparon un montón a los que siguen el tema.

Entre las atrocidades que soltó en esa ocasión, lanzó que el minifundio puede ser igual o más eficiente que la agroindustria (a la que llama "grandes empresas").  Primero, hay que explicarle al señor presidente que el concepto de eficiencia implica la comparación de dos o más posibilidades.  La opción A es eficiente, porque entre todas las demás opciones, es la que más conviene.  El minifundio no puede ser igual de eficiente que la agroindustria, porque la idea de la eficiencia es que necesariamente una de las dos tiene que ser eficiente.  Por lo menos en términos económicos.

Y lo siento, señor presidente, pero el minifundio no es más eficiente que la agroindustria.  Nunca lo fue.  Nunca lo será.  Esto por la sencilla razón de que en la actividad agraria se aplica lo que se llama "economías de escala", algo que también se da en otros mercados, como en el de la educación superior.  Se trata de esa condición por la cual producir pequeñas cantidades te cuesta por unidad mucho más que cuando estás produciendo grandes cantidades.  Claro, cuando produces un montón tienes que meter más plata, pero si lo divides entre el número de unidades que estás produciendo, te saldrá un número mucho menor que si estuvieses produciendo poquito.  Por eso en todo el mundo la única manera de que un campesino con pequeñas extensiones de tierra sobreviva frente a las "grandes empresas" sin subsidio del Estado, es que se asocie con otros muchos campesinos y jueguen a ser grande empresa.

Cuando Ollanta Humala y su gentita sale a decir que promoverá la asociatividad, tiene mucho sentido.  De hecho, es la única manera por la cual pequeños campesinos con minifundios tengan sentido económico (sin considerar subsidios, que al largo plazo -aunque le duela a los sospechosos comunes-, no es una opción sostenible), es que se asocien y entre todos finjan ser una empresa grande.  Esto ha tenido muy buenos resultados en Brasil.  Pero ojo que parte de ese sistema es que los campesinos colaboren entre ellos, pongan plata en un fondo común y con eso contraten ingenieros y técnicos y compren tecnología y pongan laboratorios, etc... ¡y les hagan caso! ¿Es ése el planteamiento del presidente? No pareciera.  Tomen en cuenta, no más, su rollo con respecto a los organismos genéticamente modificados.  Todos los científicos calificados para hablar del tema a gritos pidieron que no se aprobara la moratoria a los transgénicos y aún así lo hicieron.

Esto del control a la propiedad agraria es un retorno a la mentalidad pre-reforma agraria de que las grandes extensiones de tierra eran malas. ¿Cómo? ¿Que los hacendados maltrataban a los campesinos? Pues entonces, intervienes evitando esos abusos, pero no a costa de la destrucción total del sector agrario.  Como lo mostraba en este otro post, la reforma agraria eliminó completamente la opción de que el Perú fuese una potencia agroexportadora durante el siglo pasado.  Solamente se recupera en serio cuando ingresan fuertes inversiones como consecuencia de la apertura al mercado internacional a partir de la década de los noventa.  O sea, en vez de ser proteccionista (como digamos, poniendo límites a la propiedad agraria), lo que levantó al agro peruano fue liberalizarlo y dejando que "grandes empresas" inviertan en maquinaria, en sistemas modernos de irrigación, etc.  Y eso es data, no opinión o ideología.  Negar eso es no saber sumar, aunque suene ofensivo.

Pero ahí no acaba la cosa.  Hay mucho más que decir con respecto a este tema que deja en claro que apostar por el minifundio en desmedro de las grandes operaciones agrícolas es una locura.

Una locura económica, quiero decir.  Políticamente tiene todo el sentido del mundo.  Tiene tanto sentido, que tiene nombre propio: Populismo.

(Dibujito de arriba: http://mythwood.blogspot.com)


Escrito por

mildemonios

Economista con postgrado en periodismo.


Publicado en

Economía de los mil demonios

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