La verdad es una sola (6): Esto no es un duelo de principios
Una vez escribí sobre esto en otro lado y lo sigo manteniendo: Esta segunda vuelta no es un duelo de absolutos. No es una batalla épica entre el modelo económico y la democracia. Si en realidad fuese ése el caso, el voto estaría fácilmente decidido: Por la democracia, sin lugar a dudas. No obstante, plantearlo en esos términos es una mentira mal intencionada que busca que los votantes se inclinen hacia el bando obvio. Pero, no. Yo no creo que ése sea el caso. Ponerlo en esos términos sería propio de un extremista irracional o de un mal intencionado. Desde el comienzo para mí la discusión es otra.
Para mí el tema es que económicamente no funciona que un país no se defina. O sea, más allá de los principios y que diosito se va a enojar conmigosi voto por un mentiroso, un país se va al cuerno si financia programas permanentes con ingresos temporales. Eso no es un asunto de moral, de ética, de derecha o de izquierda. Y como lo ponía en ese post, nadie que haya vivido el fujishock debería dejarse engañar de lo contrario. Eso es algo que en el pasado ya nos arruinó. Ahora insistir en eso no es un asunto de principios. Es un asunto económico fundamental. Es más, es una exposición práctica y aplicada. Ni siquiera la calificaría de teórica.
(Disculpa, ¿me vas a discutir que este argumento es frío e insensible? Esa sería una discusión de principios y de moral. Una que estaría dispuesto a tener, por supuesto. Pero por el momento ése no es el tema que me están clavando).
Así como tampoco tiene nada de ético ni de moral ni de principios ni de Max Weber decir que la propuesta de la Pensión 65 va a quebrar al Estado. No, lo siento. Más allá de todo eso está el roche de que ambos candidatos estén prometiendo cosas contradictorias a grupos distintos de votantes. Eso nuevamente nadie nos lo tiene que contar, porque ya lo hemos vivido. Nadie que haya vivido la inoperancia del gobierno de Toledo se va a dejar meter un cuento con respecto a esto, tampoco. Un gobernante que prometió de todo irresponsablemente para llegar al poder se friega luego. Simple. Sencillo. Aplicado. Práctico. Y vivido, de hecho.
(¿Perdón? ¿Que te parece cuadriculado estarse fijando en estos detalles? Entonces, te pregunto, ¿qué otra opción tenemos? Si no tiene sentido fijarnos en sus promesas y en sus posiciones políticas o en su pasado, la votación no tendría razón de ser y sería lo mismo votar por cualquiera de los dos. En ese caso, ¿qué haces defendiendo fervientemente a uno de los dos candidatos? Vota por Keiko o por Ollanta, es lo mismo, entonces)
En ese sentido, estoy total y completamente de acuerdo con el amigo Morsa cuando dice que centrar la discusión en principios y valores y ética y moral no sirve en este momento. Básicamente porque eso no nos ayuda ahora: Ambos candidatos tendrían serios problemas para resistir una evaluación en esos términos. Pero eso no atenta contra la consistencia que ando siempre repitiendo que los candidatos deberían tener. Discrepo con el amigo Morsa cuando dice que la política es por naturaleza inconsistente. Que no sea un asunto de principios, puede ser. Pero bajo ninguna circunstancia es un asunto intrínsicamente inconsistente. El día que cedamos a eso nos despedimos de la segunda generación de reformas y pierdes el derecho a andar pidiendo institucionalidad donde sea. Sin consistencia interna no hay reglas, no hay anclas, no hay derechos ni deberes.
De hecho, los partidos de verdad en países con política más reponsable aplican mucho esfuerzo en mantener la consistencia y no contradecirse. Y es que entienden esto perfectamente. Cuando estuve en UK pude ver el software que tenían los laboralistas precisamente para eso. Le llamaban Excalibur (por la espada de la verdad en los mitos del Rey Arturo) y no lo hacen porque estén locos o porque les sobre la plata. Lo hacen porque un partido que cambia de posición constantemente es un chiste. Y un electorado que se respeta los castiga quitándole su voto. Se expone a críticas de analistas y de periodistas. Periodistas responsables, esto es.