La importancia de la cultura (20): Nuevo siglo, nuevos lineamientos
En este blog siempre me he quejado acerca de la errada idea que tienen algunos de cómo se debe promover cultura en el Perú. De cómo se confunde la promoción de una industria cultural (que debería apuntar a que se genere una maquinaria privada que después se pueda mantener por sí sola y sostenidamente, como es la promoción de cualquier industria) de lo que es promover cultura misma. Ni qué decir de mellar la creación de una industria cultural sostenible para promover una visión de país que algunos tienen y que no necesariamente es la más real (considerando que el Perú ha crecido mucho en la última década, aunque algunos no lo quieran reconocer).
Cuando se creó el Ministerio de Cultura, quedaba la duda acerca de si se trataba de un cambio positivo o negativo. Estaba el detalle de la inclusión del viceministerio de interculturalidad por un lado. Pero además, estaba el detalle de que cada cierto tiempo había unos chispazos que hacía suponer que persistía esa idea de que promover una visión de país pasaba necesariamente por controlar a la industria cultural, pero que al mismo tiempo había que fomentar una industria cultural que toque específicamente (y solamente, al final de cuentas) los temas que se decidían centralmente que eran relevantes, los cuales hacía tiempo habían dejado de interesar al público. Es decir, una propuesta que es insostenible por donde se vea y que apelaba a que todos los años el Estado gaste millones de soles en mantener una maquinaria que solamente apuntaba a hacer dinero ganando los concursos que el Ministerio ofrecía, porque recuperar la inversión en el mercado era imposible, simplemente porque el tipo de promoción que se ofrecía incentivaba a que se genere material que el público no quería consumir.
Esta semana, sin embargo, el Ministerio de Cultura ha emitido un documento con sus lineamientos de política. Y si se mantiene y si se le hace caso y si están hablando en serio estamos salvados.
Primero, reconoce claramente que es distinto promover una cosa que promover otra. Aleluya. Chequeen que hay siete lineamientos. 1. Impulsar una perspectiva intercultural: Más relacionado al asunto del derecho a la consulta previa y todo el proceso que se está implementando. 2. Promover la ciudadanía: Relacionado al uso de la cultura para una especie de educación al público en general. 3. Fortalecer institucionalidad: Que tiene que ver con el trabajo contínuo de seguir creando un ministerio que funcione. 4. Alentar la creación cultural: Que -tomen nota- es *creación cultural*. O sea, que haya gente que haga cultura, aunque ésta no sea rentable en términos financieros necesariamente. 5.Defensa y apropiación social del patrimonio: Que tiene que ver con administrar físicamente los monumentos arqueológicos, los museos, etc. 6. Apoyar a las industrias culturales: Que es la promoción que hay que hacer al sector privado que se dedica a producir cultura, para que éste sea sostenible y no dependa eternamente del Estado. Aleluya. 7. Promover y difundir las artes: Que tiene que ver con que esa cultura que se desarrolle llegue al público que esté interesado en ir a verlo.
Segundo, insisto en la importancia de que se separen el lineamiento 4 del lineamiento 6 y del lineamiento 2 y del lineamiento 7. Esto para mí, que viví la época del Conacine que siempre premiaba a los mismos tipos de películas y la época en la que la oferta teatral en el Perú era mucho más limitada y la época en la que se imprimían novelas peruanas que buscaban siempre replicar éxitos pasados, etc, etc... Para mí esto es revolucionario. Como digo por ahí, ojalá que no quede solo en el papel.
Entender que preocuparse por que haya gente generando cultura, aunque ésta no necesariamente dé plata, se cruza con la preocupación de que haya cierto tipo de cultura que sí sea rentable. Pero no es lo mismo. Y un objetivo no debería pisar el otro. Son dos cosas distintas que pueden subsistir. Todos esos ejemplos que le encantan citar a los que demandan una política cultural más proteccionista reconocen esta diferencia.
Tercero, otro detalle que me parece revolucionario es que dentro del universo que es el lineamiento 6 se reconoce que la cultura además es "un bien y es un servicio de intercambio en el mercado", que "la cultura es un sector que genera empleo", que "el mercado se constituye en el agente más influyente en la producción cultural", que "es en el libre mercado donde se definen muchas representaciones colectivas y se constituyen los gustos mayoritarios", etc, etc. O sea, por fin contrataron a un economista que incorpora el elemento de política económica al diseño de las políticas de promoción de industrias culturales. O mejor dicho, por fin llamaron a un economista que sabe de economía.
Ojo, aquí estoy hablando del lineamiento 6, que es sobre cómo promover una industria, que es un problema básicamente económico. Evaluar el contenido de la cultura que se genera o si vale la pena promover su difusión... Eso es otra cosa y por eso como política debería estar separado. Y por lo menos en papel ahora lo está.
Cuarto, con respecto a las acciones mismas que plantean como parte del lineamiento 6... Eso ya es mucho rollo. Para otro post en un futuro cercano, pero incierto.
(Dibujito de arriba: http://blog.feral-kid.com)